Texto de Ricardo Gutiérrez
He roto
mi palabra en un murmullo de otro nombre. He roto las cascaras de mis predicas
y he puesto sobre la mesa un fragmento de agonía. He dicho que mis dichos serán
la carnada de un secreto, la mordaza en la boca de un anochecer, la tenaza que
arrancará del sueño su exactitud. Ahora, las creencias y la orfandad se
repugnan, las aves y los abismos son iguales, los puños del misterio se abren
como cabritos en la cruz, y el poema, repleto de palabras astilladas, se
escribe a sí mismo una rapsodia en el destierro de sus huellas.
© Ricardo
Gutiérrez
2 comentarios:
Gracias por compartir, me gustó mucho el poema, tiene imágenes notables, felicitaciones!!!
Muy bueno!!! Me queda ese final tan preciso.
Abrazo
Elisabet
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