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30/9/16

Poema de Lidia Cristina Carrizo



En la hora fijada 

Nada será igual, aunque me empeñe desdoblar distancias.
Allí, un mundo desconoce mi sendero, los pasos ya dados.
En el quehacer cotidiano de las voces nuevas sorprendan.
Sus faroles enciendan desterrando luciérnagas nocturnas. 

Miro el reloj , me cuesta creer tanto en lo pasado,
en los segundos, donde cuentas  la hora señalada,
donde el signo negativo, nada cambia lo que suma.
Todo será como siempre, cumple en la hora fijada. 

En la mañana se desnuda el día, con su música alegórica.
roza mis oídos como una llovizna, el jacarandá se desnuda,
y su piel azul-violeta se derrama, como una última aventura. 

No quieras evitarlo, y aunque sientas caer el sol,  por tu ventana,
déjame sentirte, déjame entender esas ganas aún, de ser un niño.
Ya no vale la pena, salir corriendo fundando amor a las campanas. 

Pero pronunciar tu nombre, sin elegir qué hacer, no te quedes
sufriendo insatisfecho, si puedes evitarlo, bella es la aventura.
No quedes al borde del camino, sin dudas amor, es necesario.



© Lidia Carrizo

3 comentarios:

  1. Muy bueno! Es necesario avanzar.

    Abrazo
    Elisabet

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  2. Muy bien logrado el decir. Adelante!! siempre adelante!!
    Un abrazo

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  3. "No te quedes al borde del camino"...aunque haya luces y sombras. Esperanzador. Abrazo, Inés.

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