Breves balcones
lascia
amore mio la terra grana
los grises modulan esa
línea, apenas la descifran, y
ella acaba de pronunciar un nombre
ah
no es el mío
qué haré ahora
con el espacio de ese nombre ¿esa sustancia? dicho por ella
ya ajena a mí
el libro en la mano
desposeída
de mi nombre
esta visión ajada
trastorno que
desmenuzo
agua en el destello
retorno líquido de mi sueño
la sofocación
el sopor del recuerdo
cómo haré ahora
qué fluirá
dónde habitaré
más allá de su conciencia
tiniebla que
resplandece
en la memoria
doblez
doblez que remoza
ya infranqueable
qué se esconde detrás
quién o qué cuidó la
huella desvaída
hay sombra en la casa
el levísimo espejo de una gota de coñac escanciada en el
agua.
© Edda Sartori
Me parece, Edda, realmente un poema logrado (con instantes preciosos como "quién o qué cuidó la huella desvaída").
ResponderEliminarRolando
www.revagliatti.com.ar
Bellísimo poema Edda!! Intimista, las imágenes se van sucediendo in crescendo como el agua que se escurre en preguntas. Los tres últimos versos cierran maravillosamente el texto.
ResponderEliminarVilma Sastre
“hay sombra en la casa / el levísimo espejo de una gota de coñac / escanciada en el agua”
ResponderEliminarotra vez en el, otro lado una, pronunciación desmembrada, dislocada deshabitada, entra al punto, de una, secuencia, en la memoria, ese, enigma, abierto diluido, fundido en, el, reflejo de, los umbrales, abismo.
“El Verbo brota del sueño / como una flor o como un vaso / lleno de formas y de humos” – Antonin Artaud
Edda tus textos son siempre un instante magnífico en la celebración de la palabra. Definitivamente, la mejor.
Abrazo circularrr!
Ce
Brillante poema. tres versos finales que atrapan.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Impecable.
ResponderEliminarme encantó
Cariños!!