invención de virgilio o secreto ya hecho voces
los romanos se dijeron de troya y de su gesta
los desdicen
aquel griego insano persistir en la belleza
la consecuencia la dignidad la fe insensata
su no saber juzgar artes de mañas
la profunda desazón al ser vencidos
sé poco de mi laya
si hubo estirpe
la veo entre bárbaros rumbosos
ninguna norma que los ciña
ni recaudo que los mengüe
tal vez como un troyano adolescente
fue mío ir por Helena /mía la suerte
de caer conmigo un reino
de ingenuos soñadores
nunca romanos
tampoco vencedores
© Carlos Alberto
Roldán
Placer encontrarme con tu Poema...con lo tomado de las raíces legadas donde todos los derechos al fin dejan de serlos...todo es ciclo que repetimos al infinito creyendo en nuestra verdad. Un abrazo! Carlos
ResponderEliminarLidiaCC.
Gracias, Lidia. Siempre atenta. Siempre gentil.
ResponderEliminarNo sé si en lo anterior está cifrado esto que somos, pero el tema es que un saber qué ejercemos ser en el mundo, cómo, nos desvela. Ahí nos descubrimos como dados tirados, resultado azaroso, y eso nos desborda e interroga.
Yo leo a otros y como me lleno de cuestiones eso me paraliza un poco a la hora de ponerme a elogiar, hacer lectura, o devolver algo. Es como la poesía: todo se traduce en un pobre murmullo.
Gracias. Y abrazo.