A veces los días se me caen de los ojos
se despegan inertes hasta merecer el olvido
A veces los días se sublevan contra mí
se me niegan, me insultan, y hasta llegan a pegarme
A veces los días ni siquiera me saludan
pasan por delante de mí sin mirarme, al menos.
Pero a veces los días me besan en la frente
y me visten de azul epifanía
Y es cuando los días desayunan tu mirada
Y me abraza tu olor enredado en tus besos
© Sandra Escobar Ginés
Tiene... ritmo continuo y movimiento, bello poema.
ResponderEliminarMuy bello, "cuando los días desayunan tu mirada"
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero
Muchas gracias por los comentarios!
ResponderEliminarSEG