EN UNA BALDOSA
Un amigo cruzó el río
hasta la orilla de la que no se vuelve.
No más su sonrisa.
( El rumor de la avenida
ya comenzó a oírse).
No más sus palabras.
( Debo vestirme, debo ir a trabajar).
No más su buen silencio.
( Me dirán buen día;
responderé buen día)
No más su abrazo.
Hace frío, mucho frío.
Hoy el sol
es solo un rayo
y cabe en una baldosa.
© Jorge L. Carranza
Me encantó el poema, y más el final. Hermosamente doloroso, lindo, muy lindo. El recuerdo que golpea y estalla con la realidad.
ResponderEliminarGracias
Un abrazo
Tanta belleza en tanto dolor
ResponderEliminarDolor y soledad, cuanto silencio. Gran poema.
ResponderEliminarel dolor es inmenso, el sol cabe en un a baldosa. Muy bello
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero