DINOSAURIOS
Contra todo lo esperado llegó un dinosaurio;
bajó a la calle de aquí donde los chicos
juegan a jugar; van y vienen los papás,
y las mamás atienden y cuidan.
Nadie alertó.
Nadie dio la voz de alarma.
El dinosaurio llegó, bajó a la calle de aquí
y una tras otra devora cabezas.
Es extraño, cielo y tierra se anochecen
y un negro silencio se aplasta contra la vida.
Es extraño.
Llegó un dinosaurio.
Nadie dio la voz de alarma.
Nadie alertó.
© Marcos Silber
Muy oportuno por el momento que viven en Argentina, pais querdio del cual soy ciudadana en el destierro forzado. GRACIAS! Abarzos, Marta
ResponderEliminarun poema lleno de filosofía y tintes políticos y con mucho significado
ResponderEliminarTal vez solo los poetas lo ven, Marcos. Al dinosaurio. Abrazote.
ResponderEliminarteresa
¡Un aplauso al Maestro!
ResponderEliminarPoema-impacto!!
ResponderEliminarGran poeta Marcos Silber!
ResponderEliminarGENIAL MARCOS COMO SIEMPRE!
ResponderEliminarEs caos, grito desesperado, desastre total. Gran poema
ResponderEliminarEs que no se advierten esos dinosaurios que vienen descabezándonos desde que existimos. Los llaman de tantas formas desde el poder y la mediocridad, que han logrado confundirnos hasta el hueso y la poiesis. Gracias por su aviso siempre, don Marcos!
ResponderEliminarDesde el diálogo cotidiano el anuncio del horror. Excelente poema Maestro!! Vilma Sastre
ResponderEliminarExcelente , qué mas se puede decir ante el asombro
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