QUIZÁS
Mi luz enfermó de pronto
como quien va al suicidio.
Mis ríos ya no resbalan su azul
cuando el alba desboca.
No llego a entender tu sonrisa
en este
instante de premoniciones.
La tierra se ve parda,
el cielo desgarrado…
desbordado el viento,
crispadas las plumas de los vuelos,
amordazadas las palabras.
No llego a entender
tu sonrisa.
Quizás se dosificó mi luz…
o equivoqué el camino…
Me deslizo
entre escombros humeantes todavía.
Siento que mi risa
escapó por
una callejuela sin final,
con paso arrogante
en una hora
vengativa…
cuando aullaron mis pliegues
al despojarme
de mi encierro.
© Alicia Borgogno
Me encantó, he pasado tantas veces por eso...
ResponderEliminarBello, triste, pero intuyo que debe haber esperanza...
ResponderEliminarJuan C. Rodríguez
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarExcelente poema! Alicia, un abrazo
Imágenes muy bien descritas y dolorosa vivencia.Triste poema.
ResponderEliminarGracias por los comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo queridos escritores.
Alicia Borgogno