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6/6/16

Poema de Adriana Maggio


El silencio de Dios

Caín, sudor y lágrima
en el surco que brota ofrendas
despreciadas.
Dios prefiere la sangre.
Caín, pregunta amasada
con los jugos de la tierra.
Dios no tiene labios para ti.
Caín, inocencia quebrada,
corazón que tiembla.
Tu Padre
te concibió sin amor,
y paga su culpa
con tu infortunio.
La tierra abre su boca,
toma
la sangre de tu hermano,
clama
al silencio
que te engendró
desgraciado.
Caín, oveja resignada
al holocausto.
No esperes nada.
Dios no mira tu suplicio.


© Adriana Maggio

10 comentarios:

  1. me gustó muchísimo el tema, la forma del tratamiento y su cierre. nada fácil. susana zazzetti.

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  2. Muy bueno, muy buen final.
    Abrazo
    Elisabet

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  3. MARIA LUISA MARQUEZ12 de junio de 2016, 16:03

    MUY INTENSO, PROFUNDO, FUERTE EN EL SENTIDO
    DE LLEVARLO, UN ABRAZO MARIA LUISA MARQUEZ

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  4. Intenso. Casi bestial, diría, como ese padre que no mira el padecer de su hijo.

    Abrazo grande.

    Alicia Márquez

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  5. lejos de lugares comunes y revelador.
    Abrazo
    Cristina







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  6. la última palabra es un golazo, muy buenoo

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  7. David Sorbille dijo...
    Magistral poema! Adriana. Un abrazo

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