Cinco años/
ahorcado es un juego/
cuerda es un juego /saltar de una silla es un juego
entrar a la casa con los ojos abiertos no es un juego
mi madre colgando de una viga/
su cuello enredado en una soga/
después dibujar monigotes en los bordes del cuaderno
y pintarlos de morado
-era un juego-
© Sandra “Tana” Pasquini
primero un abrazo inmenso, fuerte, emocionado por la valentía de escribir tremendo poema. luego, mi gran admiración por tu intensidad poética. susana zazzetti.
ResponderEliminar¡Excelente!
ResponderEliminarRolando
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Tana, todo lo tuyo es intenso y apasionado: el amor, la emoción, el filo de tu palabra!!! Abrazo enorme!!!
ResponderEliminarTana: Fuerte, muy fuerte!!!! Todo.
ResponderEliminarNo,no era un juego!
ResponderEliminarUff impactante
Qué atrapante intensidad. Muy bueno
ResponderEliminarFortísimo poema. Dureza de la vida y juego (inocente) infantil de las palabras que se anudan en el cuello de la madre ante la mirada de la hija y dejan de ser un juego. excelente. Un abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminar¿es un juego? ¿no es un juego? ¿era un juego? la resignificación permanente de la "realidad" y sus inquietantes consecuencias... fuertísimo. Un abrazo Tana.
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
los cinco años, los deseos y los miedos, y la fantasía de la edad todo junto en este maravilloso poema. me emocionó. gracias poeta. un abrazo. marta comelli
ResponderEliminarfuerte doloroso y bello .
ResponderEliminarflora levi
Un poema que impacta, muy doloroso pero que nos permite descubrir una gran poeta.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.