10/5/16

Poema de Beatriz Minichillo


A una manzana 

Dorada al centro,
excedente y sanguínea
su ácida pulpa
precipita cristales. 

Un solo tajo
descubre sus pudores,
sus semillas
lágrimas oscuras. 

Dorada al centro,
aguarda. 

El cuchillo la penetra
y queda expuesta. 

Herida contra herida,
la boca
como una sentencia.



© Beatriz Minichillo

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Betti, hermoso este poema que penetra en el alma de una manzana, de un corazón...Besos. Amalia M.Abaria

14 de mayo de 2016, 14:53  
Anonymous Betty ha dicho...

Gracias Amalia

21 de mayo de 2016, 0:32  

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