ACERCA DEL FETICHISMO DE LA PLUMA, EL DESEO Y LA
PALOMA RAUDA
Para el Ángel que nació con dos caras
contenciosamente, empedernidamente,
varón. Hombre nuevo,
que aun cabalga a Rocinante.
Por que las personas hacen cosas que no saben por qué las
hacen,
Carlos Marx.
Abriendo las alas
emprendía un zigzagueante retorno hacia sí misma.
La noche estaba helada. Temblaban los fantasmas. En la
espesura
los árboles desnudaba.
Dormía la noche
su ultimo eclipse de luna.
Se arrepentía.
La fatiga le arrinconaba entera
Contra la piedra
pálida
sin fetiches
volaba
hacia
un horizonte lejos
una palabra herida
un cansancio menor
una payada
un clítoris mojado.
Si se trizara en mil estrellas
esta noche
de lunas olvidadas
de pretendidas ansias
derramadas
como adiós al estío
con una nota
cálida
perfumada
callada
en donde el mapa
se retuerce
y la algarabía
con añoranza
danza, acá
adonde los murciélagos y las ratas se aman
los zorros pasean contoneando el hocico
como patos entrenados para el fuego
los faisanes corren raudos y suspiro
escuchando la nota cantarina
de un bandoneón que alegre
ronronea esa espera.
Adonde la belleza y
la verdad en hojas
multiplicándose en pliegues de milonga
van suavizando con amor la vacuidad de la lisonja.
Se lee en su cuerpo demudado.
Vuelo nupcial de la distancia.
Radiante,
sin fragmentos
de gozo
rota.
© Marta Zabaleta
Foto de Yanina Hinrichsen
Enviada por la autora del poema
Enviada por la autora del poema
muchas grcias, Gustavo, por publicar mi poema. Abarzos, Marta
ResponderEliminarbella y sugerente la foto, y esta palabra herida surca todo el horizonte, se viene aquí, marta, en una mañana de lluvia implacable y nos obliga al pensamiento. abracito de un continente a otro, de una hermana a otra. susana zazzetti
ResponderEliminarBello poema. PAOLANTONIO
ResponderEliminarSon etapas de distintos y distantes amores. Un abrazoo y gracias por pasar por aqui, Maestra. Marta
ResponderEliminarMe alegro de que haya captado su sentido, Paolantonio, de brumas recordadas deaquel tiempo desnudado. Abrazos.
ResponderEliminarUn bello poema, sus imagenes impactan, un abrazo
ResponderEliminarSilvia Loustau
Muchas gracias, Silvia. Un abrazos.
ResponderEliminarmarta