6/3/16

Poema de Carlos Alberto Roldán



Por decir la tarde y que con ello 
se dijera por ejemplo ese perro que en el parque 
expone pleno de gozo su vientre al sol al cielo 
y retuerce sus vértebras sobre la gramilla que huele 
y crece acaso atento 
a vientos lejanos lluvias lejanas y truenos 
que estallan e instalan su pavor 

Por decir la tarde 
y también se dijera en ello 
las enloquecidas palomas con sus arcos 
en rito antiguo y lúdico intentando 
romper el cielo que el corazón se rompa 
pero nunca la rutina cuelgue su gris 
insoportable 

y se dijera también 
con esa extraña sonoracion que vibra 
y uno piensa luego en la palabra tarde 
esta mujer que habla conmigo 
ríe conmigo cuenta sus cosas 
hace silencios mohínes 
y pide -por inventar la tarde- 
un mate y repiensa 
ciertos oscuros sucesos aún sin riesgo 
en que también ponemos la palabra tarde 

y la luz se ha ido 

con ellos dos quedan palabras
la sala que da al parte y al estacionamiento 
que da ambos y al perro que se va 
y a las palomas que en lugar remoto 
guardan este secreto oficio 
de la tarde




© Carlos Alberto Roldán

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

La tarde y las palabras que se propagan por el parque, como el perro que corre sin pensar en su efímera existencia.
Muy buen poema. Saludos

Romina R Silva

14 de marzo de 2016, 0:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...


Me encantó ese tono casual del poema como si no estuviera tejiendo maravillas, su cadencia de oleaje y la brillantez de la imágenes.
Muy bien
Felicitaciones
Walter Mondragón

27 de marzo de 2016, 17:04  

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