a veces
el dolor es una voz
antiguo pulso de la
memoria
un ruido en la noche
descalza el miedo de unos ojos
que no estarán
y uno se apequeña como un fugaz olvido
a veces se pierden los espejos
y el rostro cae despacio
y dios se ausenta por un rato
© alba estrella gutiérrez
Alba: gracias por compartir tu poema!!!
ResponderEliminarAbrazo. Tere Vaccaro.
Bella forma de decirlo.
ResponderEliminarRomina R Silva
y Dios se ausenta por un rato... inconmesurable.
ResponderEliminarGRACIAS
ResponderEliminarPOR LA PALABRAS Y EL SILENCIO
UN ABRAZO GRANDE
ALBA
Tu hermosa poesía me llenó el corazón con la fragilidad de la niñez: ese temor de desaparecer sin el auxilio del amor, los ojos grandes ante la noche misteriosa, ante los sonidos que asustan, el instante de terror ante la ausencia de sostén, ante la propia pequeñez. Una memoria que a veces suele volver a tocarnos con su mano de miedos, volviéndonos niños.
ResponderEliminarUn abrazo, querida Alba!
Amalia Zacoutegui
Gracias por compartir este poema, Alba,posee mucha belleza.Abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
La ausencia de Dios , qué orfandad trasmite tu poema Bello y conmovedor Un abrazo Leonor
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