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20/2/16

Poema narrativo de Mónica Cazón


Arroz con leche

y el peral abrió sus flores blancas, pero caían como rayos sobre las matas. Vi  pasar un  grupo de niños llevados por luciérnagas y luego entrelazarse en una ronda. Y, pese a todo, vi a la desconocida  sonreír a mi lado. Era la calidez de la tarde, magnánima, única. Para mirarla de reojo por la ventana entreabierta; como una niña de Balthus, esperando que empiece lo terrible.    


© Mónica Cazón

5 comentarios:



  1. Absolutamente mágico.

    Un abrazo.

    Alicia Márquez

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  2. Tiene un aire ambiguo, entre lo bello y cálido; y lo turbio. Me gustó. Abrazo, Inés Legarreta.

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  3. Misterioso poema con final abierto. Abrazo, Mónica querida!

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