Poema N° V
Potros salvajes en la noche
dejaron en mi piel
esta sed de sus manos y su nombre.
Me fugué sin prisas
hacia el ramaje de sus piernas
y gozaron mis dedos
en las alas de su dermis.
Hasta mis sábanas gorjean
acunando su presencia
y mi boca degusta de sus belfos
el zumo que embriaga y me trastoca. . .
Mi abrazo agradecido para vos Gustavo, querido amigo, Poeta y mejor persona. Por albergar mis letras y difundirlas
ResponderEliminarHermoso tus versos Maria Cristina. Todo unplacer leerte.
ResponderEliminarBello y sensual
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela Barbero
Victoria, definitivamente tu poesía logra romper con la frialdad, la experiencia sensible se vuelve luz en tu tiempo poético, dignifican la vida, la hacen belleza y canto.
ResponderEliminarW.M