ACROBACIA SALMICA
Atardece en mi,
ante el desnudo audaz de los espejos.
Desgrano la penumbra hambrienta
vistiendo un traje de epílogo,
sobre la fina piel gastada,
que expulsada en siete gritos
desarma cóncavos domingos de abril.
Detrás del músculo agotado,
la acróbata libélula
confabula el vuelo,
en mitad del geodésico instante,
inventando el hálito de Dios resucitado.
© MARY ACOSTA
Bello y sugerente querida Mary, un hermoso poema. Un abrazo grande. Antonio Pourrere
ResponderEliminarMuy buen poema, con imágenes interesantes.
ResponderEliminarUn cariño Ana Romano
qué bello poema para sugerir el atardecer de la vida'
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela Barbero
"vistiendo un traje de epílogo..."
ResponderEliminarQué bello, Mary!
Besossssssssss
Gracias a todos por sus caricias escritas y un abrazo eterno a Gus, que a todos nos une en verbo por amor a la palabra. Mary Acosta
ResponderEliminarBello poema, querida Mary. Felicitaciones.
ResponderEliminarOlga Ferrari
"sobre la fina piel que me expulsa en siete gritos..."
ResponderEliminarperdon lo tome prestado me encanto la ferza
bella Mary
Patricia Corrales