Te escribo no para perderte sino para arrimarte esa
Lejanía siempre planifican las dunas para nosotros.
Recorrí el fraseo de tu voz
Más allá de los cables
Entre otros edificios
Alejada de mí, áurea
Entre el silencio de estas oficinas
Desde las calles alargadas de mis horas
A esa calidez espaciada tuya
Caricia intermitente de mujer
Esparcidos besos en las miradas
Piel extrañada de la tuya,
Recordaba aceleradamente
Paisajes, noches,
Amaneceres,
Distancias, paisajes
Y tu voz
Más allá de aquí
Cerca de mí.-
© Miguel Ángel Ferreira
Luminoso recorrido que estalla en claridades.
ResponderEliminarExcelente poema. Felicitaciones.
ResponderEliminarOlga Ferrari
Hola Miguel Angel: el juego entre lo lejano y lo cercano en el amor, tan importante en la vida, magistralmente expresado en tu poema. Felicitaciones Irene Marks
ResponderEliminar
ResponderEliminarel amor hace de la contradicción algo maravilloso.
bien poeta
Walter Mondragón