El astillero
A Heráclito, a Onetti, a Juanele
Todo es río adentro en la noche
pausa de la forma
ojo que se esparce
El Paraná está decidido
a licuarlo todo
Qué plana y húmeda
se hunde luna
esponja de lentos camalotes
La tormenta lejana
estira en mimbres de luz
sobre las islas
Con el cansancio tumbado
me entrego a los juncos del aguardiente,
miro el árbol que aún siendo cadáver
continúa sediento en forma de bote
espera ansioso en los durmientes
la mañana de su botadura
Las ranas astillan la noche
No hay modo de alcanzar los astros
en su seca mansedumbre
Respiro el aire con su abismo de lodo
y ensayo un sistema cercano:
soy un astro inhóspito
que navega la soledad de su sangre
La
costa ha empezado a despedirse.
© Dardo Festino
qué placer encontrar tanta belleza en una naturaleza que hipnotizó al querido juanele y donde, por tus palabraS, ESTÁS INMERSO. BELLO POEMA. susana zazzetti.
ResponderEliminarQué buen paisaje y como Susana, me acuerdo de Juanele, tan unido a la naturaleza, tan simple y rica su vida y su poesía.
ResponderEliminarUn abrazo
betty
Qué buen poema! El paisaje entra en los versos y se va como el río y el árbol muerto en la corriente...gracias! Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarpaisaje donde nada está muerto... bello. Abrazo PAOLANTONIO
ResponderEliminarGracias Gus por tanta dedicación. Un abrazo.
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