Amanecer en la ciudad
Una reciente huérfana comprende que es una verdad monótona
la que lleva al
sueño.
Nada le pertenece.
Se despliega la noche y se dobla sobre sí misma
Ni alborotan las aves
Todo está a punto de
partir.
Salvo las
empecinadas casas
Las construcciones
adosadas como piezas de pensión
para caballeros
Los techos contra los
que el deseo se aplasta
con el amparo de los veladores
en las mesas de luz.
Todavía está oscuro
La ciudad luce inocente como un niño dormido
Empuja el nuevo cielo
sobre las plantas del balcón.
© CLELIA BERCOVICH
Melancolía y belleza en un texto original que sorprende al lector con salidas poéticas llenas de dinamismo. Un abrazo. Adriana Maggio
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ResponderEliminarMe encantó el poema. Sentí la noche y me parece acertadísimo "la ciudad luce inocente como un niño dormido".
Abrazo grande.
Alicia Márquez
La ciudad dormida y despierta en una nueva rutina.
ResponderEliminarMuy bueno un abrazo
Graciela Barbero