El cíclico cántaro
A mi amada familia
En este estallido de ausencias
alguien dirá que renació el relámpago
sin embargo
la calma silenció la amenaza,
no hubo vendaval,
ni una llovizna.
Es que la fugacidad del sueño
de pronto
se corporizó en hijos y nietos
en risas y juegos y charlas.
En gozosa renovada parición
la reunión de la familia
fue el escenario pleno del verano.
Y el estallido de ausencias
se deshizo
en el milagro del cántaro
que vacío o lleno
cumple sus ciclos en el alma.
© Cecilia Glanzmann
Muy Bello tu poema Cecilia!
ResponderEliminarBesos. Tere Vaccaro.
Profundo en "ese estallido de ausencias"
ResponderEliminarGracias, Gustavo! Y llega este poema en tu precioso blog... en este tiempo en que lo que el texto dice es una realidad con la familia en casa.
ResponderEliminarAbrazo grande y FELIZ AÑO! Cecilia
Plasmar lo que vivimos, es lo que nos identifica. Parte de la historia, la nuestra. la mejor manera de ser nosotros mismos.
ResponderEliminarBravo!!
Un abrazo
Hermoso poema Cecilia! Un beso. Amalia M. Abaria
ResponderEliminarTere, Gloria, Amalia, Nerina... gracias por vuestros comentarios y por el cariño!
ResponderEliminarEs muy cierto Nerina lo que dices... sobre el plasmar lo que vivimos.
Abrazo a cada una! Cecilia