Divagaciones
Un niño en
la punta de mis pies
no se
atreve a caminar
Música
extraña
la que me
atraviesa con violencia
Una muñeca
destrozó contra el suelo
su cara de
porcelana.
Un grito en
la vereda
escapó por
la alcantarilla.
Perros
atados en alguna puerta
cuyos
dueños practican el abandono
por cinco
minutos
Ramas
inundadas
de un verde
sofocante y atrevido
La luna
envuelta en niebla
y la niebla
envuelta en lluvia.
Silencio de
lo inasible.
La gramilla
crece humilde
y los
milagros sin comprender
La tierra
girando sin marearse
Y una esquina,
una esquina
donde miro
sin ser mirada.
© Beatriz
Minichillo
Muy buen poema. Lleno de profundos sentimientos manejados con verdadera maestrìa.
ResponderEliminarTe felicito
Susana Giraudo
Una esquina donde miro sin ser mirada.... impresionante.
ResponderEliminarexelente poema ,pleno de hallazgos ,me encanto ,un abrazo
ResponderEliminarMarizel
Betty, cuánta inocencia de niño. Un grito de niño. Muy bueno tú poema. Besos.Amalia M.Abaria
ResponderEliminarBetty me conmueves con tu mirada casi al sesgo de lo cotidiano. Michou Pourtale
ResponderEliminarMuchas gracias a todos quienes comentaron mi poema y además gracias por las palabras recibidas
ResponderEliminarBeatriz, gracias por mirar el movimiento de la vida y escribirla con tanta bella profundidad que en cada escalón no deja pensando y degustándolo. Un beso Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel por tus amables palabras
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