Páginas

9/12/15

Poema de Edna Pozzi


Y como el niño no crece
y el color violeta detenido en su vientre
ha tomado una densidad de aceite
todos esperan que un ángel o demonio
lo arranque de la copa de los árboles
donde él está sonando su flauta
y sentados en torno del laurel o del roble
miran con ojos ciegos
ese infante tan extraño y musical
mientras pasan los días y los años
y los huesos se lavan de la trama de los nervios rosados
y se hace  insoportable el hedor de los que mueren
y de los que vienen a remplazarlos
todos esperando que el niño envejezca
o sea arrancado de cuajo
de esa tierra que les pertenece
y donde él, como una planta maligna
ha instalado su infancia de eternidades
dura y rosada, entre los árboles de coral
y tan firme y espléndida
que seguramente no cesará en su inmóvil delicadeza
sin importarle que los viejos mueran
y las flores deshechas se amontonen en los caminos
sin importarle que yo le hable
con el costado cubierto de cenizas
intercediendo entre él y la vida
mientras se va apagando
el punto dorado que brilla en mi frente
desde siempre
y el sigue allí
sonando su flauta sobre la copa del laurel
o de roble
convencido, tal vez, de que cada día
parece más hermoso
y más inútil
y más terriblemente doloroso.


© Edna Pozzi

7 comentarios:

  1. Bello entre tanto dolor, un abrazo ,


    Silvia Loustau

    ResponderEliminar
  2. DOLIDO Y BELLO EDNA UN PLACER LEERTE ¡BUEN AÑO!

    ResponderEliminar
  3. Hermoso y doliente.

    ResponderEliminar
  4. Gran poema, gracias por compartirlo! a

    Romina R Silva

    ResponderEliminar
  5. Genial poema. Doliente se recuesta y cautiva en el poema. Abrazo maestra!

    ResponderEliminar
  6. Bella poesía. Un abrazo. Antonio Pourrere

    ResponderEliminar