Noche de invierno
El crepúsculo tiene una luz
de palabras idas,
de dimensiones sin tiempo.
Los árboles, vacíos,
ocupan toda la superficie
del paisaje.
Un perfume a distancia
corroe los sentidos,
una niña triste
se sienta sobre su propia pena.
El patio resume terrores
de oscuras videncias
y el amor se recluye, tímido
entre dos sombras.
El invierno entona
canciones de adioses
y seres anónimos se abrazan
ignorando el motivo.
Las voces se hacen tenues
en el brocal del pozo
y la tierra se ablanda
con una tristeza dulce.
Hay un algo de campo dormido
en esta ciudad insomne
mientras almas pretéritas
juegan a las escondidas
con los ángeles.
© Beatriz Minichillo
"La tierra se ablanda con una tristeza dulce"
ResponderEliminar¡Precioso!
Abrazo!!!