SEGÚN EL CRISTAL
Dulce es el vino a quien se siente sano,
mas colma de amargor al indispuesto.
Un suave amanecer sabe funesto
al que anegó su mente en un pantano.
Lo próximo aparenta estar lejano;
un elogio se toma por denuesto.
El mal se asume cierto; el bien, supuesto
remoto, una ilusión, un sueño vano.
El hígado ocluido nos inclina
a una visión del mundo tenebrosa;
juzgamos a la rosa por la espina.
Suspenderé mi juicio: cada cosa
la crea nuestro gusto o nuestra inquina
(incluso Venus es demonio o diosa).
© Mariano Shifman
Buen soneto..
ResponderEliminarsi, mariano, a cada rato, tal vez sin darnos cuenta " juzgamos a la rosa por la espina" bellísimo tu soneto, un artista en ésto. susana zazzetti.
ResponderEliminarMariano querido.
ResponderEliminarUn soneto pensado, profundo y ajustado plenamente a tu estilo y su forma.
Me encantó hermano!
Susana Giraudo
Buena música. Un placer leerte o leerla, no sé qué decir.
ResponderEliminarPerfecto! Y delicioso recobrar el sabor de un buen soneto, esa música rítmica que le es propia y está fuera del tiempo!
ResponderEliminarBuenisimo Mariano, un abrazo, Dolores Pombo
ResponderEliminar
ResponderEliminarbasta con que sea un soneto para que ya me guste mucho
gracias
W.