Poema de Miguel Oyarzábal
Un poema para Bruno Di Benedetto
Lo dicho, Bruno.
El poema amanece solo
y acostumbra ocultarse entre las nubes;
escorada la tarde,
baja a conversar con la gente
y cuando los sueños no cumplidos se reúnen
suele sentarse en la palma de la mano
a germinar en nosotros,
como un panadero al viento.
© Miguel Oyarzábal
11 comentarios:
Sí... el poema amanece solo, y germina en nosotros.
Hermoso poema, leve, luminoso.
Silvia
bello. toda mi infancia en " panadero al viento" eso de perseguirlos... susana zazzetti.
Bello poema. Felicitaciones. Gastón Sequeira
Muy bello! Me gustó muchísimo!
bello y etéreo como los panaderos
Un abrazo Graciela N Barbero
Como siempre tus poemas son de una profundidad conmovedora. Gracias.
Un abrazo,
Alicia Márquez
tu infinita delicadeza al decir, Miguel...cómo nos llega y atrapa. Nos tenés en la palma de tu mano.
abrazo
claudia tejeda
Es tan lindo leerte Miguel, tu poesía siempre me maravilla y me conmueve.
Lily Chavez
Como si fuese esa mano tierra fértil, la palabra escrita quedamente esparce y cuchichea sueños. Hermoso poema.
Hoy descubro tus poemas, Miguel Oyarzábal. Hermosos. Alguna vez compartimos mi adolescencia y tus sueños, en el lejano Pacheco.
Nelly Pariani
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