LOS BUENOS TIEMPOS
Día a día realizo el inventario,
voy sumando quebrados en la lista:
banalidad del mal (y el bien), osario
de intenciones. Y tapas de revista.
Poco se juzga firme o necesario
-poco importa que exista o que no exista-.
Hoy deslumbra el color publicitario.
No hay Sócrates ni Mozart a la vista.
Pero el pasado ayer era presente;
más que obsequio, una fosa aterradora
o cicuta de un fétido expediente.
Todo, visto de cerca, se degrada.
Para nacer en el “aquí y ahora”:
¿cuál época no ha sido equivocada?
© Mariano Shifman
La verdad en un poema sacude mas que todo un tratado filosófico.
ResponderEliminarMuy bueno Mariano
Ignacio
Soneto explicito y conciso. Felicidades.
ResponderEliminarEcos de los grandes maestros clásicos que se recrean e tu pluma, con el vigor irrefutable de lo presete. Bien, Mariano!
ResponderEliminarClaudio Simiz
Muy bueno tu poema, Mariano. Una critica a la banalidad pero también a lo que ayer se endiosaba. un abrazo! Amalia M. Abaria
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ResponderEliminarla segunda, de la termodinámica, poeta, tú lo sabes, las cosas y los seres estamos ahí para perdernos finalmente, la vindicación de tu presente es lo que cuenta. re-bien!