Poema de Rodrigo Illescas
No paniqueen
Con un movimiento
llegamos a pensarnos
los mejores y más grandes
gigantes
frente al cielo de esta
mañana:
un día nuevo en la ciudad
para quemar las naves
y decir que lo intentamos
todo.
Bajo la cuenta
inestimable de los días
abro la ventana que da al
mar:
Lo que pudimos ver
se parecía a nosotros.
¿A qué te hacemos
acordar?
Cuando no quede ni uno,
cuando la corriente se
lleve lo último que hay,
alguien preguntará cómo
se empieza de nuevo.
Nos terminamos
acostumbrando
a estas aguas que no son
seguras para nadar.
Sin embargo
bañistas desnudos bracean
contra la corriente
haciendo olas sobre lo
que intenta perdurar.
© Rodrigo Illescas
8 comentarios:
Excelente, un saludo de
Silvia Loustau
Gran poema, Rodrigo.
Casi un tratado filosófico.
Me encantó.
Abrazo grande.
Alicia Márquez
Muy bueno!!!! Las aguas no son seguras y sin embargo nos acostumbramos a nadar...existencialista, cercano a la pregunta filosófica. Inés Legarreta
los tiempos los elegimos nosotros, no desesperes , un saludo de María Luisa Márquez
Tu poema perdurará.
excelente tu poema...
gracias por compartirlo
norma starke
Cuando costumbres y el paisajes por siempre se repiten y perduran, la respuesta es pertinente.
Gran poema.
me gustó este poema.ese giro al final.. es un poema sabio ,abrazo Marizel Estonllo
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio