la rubia artificial compra naranjas
clave de un jardín artificial que drena
hay un paisaje que me corta por el medio
y cierra la compuerta de ese chorro que me inunda
las paredes verdes son como de clorofila
y tengo mucho estrés
Billie canta un blues en el Cotton Club
la mano se me entibia por esa misma razón
yo camino por la calle y me paré a comprar naranjas
era Harlem y nunca me atendían
allí en ese momento lo descubro
soy rubia
pero no una rubia cualquiera
la rubia de New York
soy rubia intencional
y de la edad que tengo
creo que la tercera
si me pongo a contar
pero mejor no te cuento
y me voy a caminar
camino por esta calle frente al Cotton Club
la mujer negra al fin se apiada y me vende naranjas
las llevo en mi bolsita
nadie sabe dónde ponerse
ni quién ser
-¿Vos lo sabés?
-No.
no soy
no soy
no soy la rubia de Nueva York
-¡No, no lo soy!
y canto este estribillo porque hace mucho que eso ya pasó
y tengo guardados mi escritos precisamente todos en esta
máquina
sólo hay que extraerlos como quien saca el petróleo de un
pozo
de a baldes
-Así es la escritura y me lo aguanto
¡oh, Billie!
© María Lyda Canoso
Buenísimo. Con un tono narrativo poético muy de Marily! Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarMuy rítmico!!!
ResponderEliminarTere Vaccaro.
Qué belleza! Una narradora poética, una poesía narrada, color, movimiento, ternura
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