De noche está tu cuerpo moreno de fiebre de Dios:
mi boca blande antorchas sobre tus mejillas.
No sea acunado quien no escuchara nanas.
Llena de nieve tu mano, fui hacia ti,
indeciso, como azulean tus ojos
en la ronda de las horas. (La luna era más redonda).
El prodigio es sollozo en tiendas vacías,
se heló el cantarillo del sueño -¿qué importa?
Recuerda: en el saúco quedaba una hoja negra -
hermosa marca para el cáliz
PAUL CELAN
El tremendo Paul Celan!! Que bueno, que bueno leerlo.
ResponderEliminarLily Chavez
Sí, Lily Chavez, muchos de sus poemas te dejan sin aliento: Todesfuge ("Fuga de muerte" es insuperable, la manera de contar el horror...Gracias por tu comentario. Inés
ResponderEliminarQuerida Ines, gracias por Celan,bello y terrible. Un beso. Amalia M.Abaria
ResponderEliminarPaul Celan, buenísimo! Gracias! Dolores Pombo
ResponderEliminarNo he leído demasiado de él. Después de este poema ahora lo haré. gracias
ResponderEliminarQué difíciles son las traducciones y cómo sostiene el poema!, insoslayable Paul Celan, gracias, Inés!
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarGracias, Inés, infaltable Paul Celan! Un abrazo
Paul Celan leerlo hace trizas la sangre pero nutre.
ResponderEliminarMichou Pourtalé
Paul Celan hace trizas la sangre pero nutre.
ResponderEliminarMichou Pourtalé