25/6/15

Alejandra Leonor Parra comparte CÉSAR VALLEJO


PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA

      Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París - y no me corro -
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

      Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

      César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

      también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,

la soledad, la lluvia, los caminos...

CÉSAR VALLEJO

9 comentarios:

Blogger Liliana ha dicho...


Bueno que decir, un poema que todos tenemos presentes, y amamos a Vallejo por esa fuerza, por esa forma y justicia de palabras.

Lily Chavez

27 de junio de 2015, 12:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

César Vallejo tuvo algo especial,una manera de decir muy personal que entra y se queda, siempre se vuelve a leer, algo infinito en su palabra, gracias por elegirlo y compartirlo
Betty Badaui

27 de junio de 2015, 22:26  
Blogger sacanueces ha dicho...

en lo personal, este poema me cala hondo... es una hermosura imperdible! gracias por compartirlo, francisco

28 de junio de 2015, 11:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No podía faltar Vallejo en este aniversario. Muchas gracias por recordarlo a través de este poema tan conmovedor.
Un abrazo
Juany Rojas

28 de junio de 2015, 19:29  
Blogger graciela barbero ha dicho...

Gran poeta, "moriré en París con aguacero, un jueves de otoño".. muy bello.
Graciela N Barbero

28 de junio de 2015, 19:49  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Enorme y controvertido, irreverente sin temores y al mismo tiempo, con enormes miedos. Seguido por poetas pertenecientes al NADAISMO colombiano, Gonzalo Arango, su fundador.

Trilce:
«El libro ha nacido en el mayor vacío. Soy responsable de él. Asumo toda la responsabilidad de su estética. Hoy más que nunca quizá, siento gravitar sobre mí, una hasta ahora desconocida obligación sacratísima, de hombre y de artista. ¡La de ser Libre! Si no he de ser libre hoy, no lo seré jamás. Siento que gana el arco de mi frente su más imperativa fuerza de heroicidad. Me doy en la forma más libre que puedo y ésta es mi mejor cosecha artística. [...] ¡Dios sabe cuánto he sufrido para que el ritmo no traspasara esa libertad y cayera en libertinaje! ¡Dios sabe hasta qué bordes espeluznantes me he asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo se vaya a morir a fondo para que mi pobre ánima viva!»

Gracias por compartir.
Sonia Quevedo

29 de junio de 2015, 14:23  
Blogger Unknown ha dicho...

Enternecedor. GRACIAS POR TRAERLO.

30 de junio de 2015, 14:42  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Muy fuerte. Sin dejar de ser un poema destacable.
Gracias

2 de julio de 2015, 14:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

el poeta profeta, el maestro expresionista, el que lo que toca lo convierte en poema.
W.M.

27 de julio de 2015, 22:48  

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