4/5/15

Poema de Susana Giraudo

 

NIDO VACÍO 

No recuerdo el nombre de la tela
con que hicieron aquel día mi vestido

sé que era liviano
como la semilla de los cardos en el campo
y que el viento del despojo
lo llevaba lejos
elevándolo por el aire desde mi talle

se iba
en su viaje inevitable
detrás del último fragmento
de mi cuerpo


© Susana Giraudo

13 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¡ ay, su! ¡¡ este poema!! susana zazzetti.

4 de mayo de 2015, 15:46  
Anonymous betty badaui ha dicho...

La levedad de la tela se une a cierta tristeza, qué bello.
Un abrazo
Betty

6 de mayo de 2015, 22:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Excelente Susana, hay vértigo de imagen y mezcla de dulzura con nostalgia en tu poema.

Michou Pourtalé

7 de mayo de 2015, 20:45  
Anonymous jorgepablomoreno. ha dicho...

Bello poema, dedicado a la levedad y la belleza.

jorge pablo moreno.

8 de mayo de 2015, 7:05  
Blogger Isabel ha dicho...

Estupendo poema, con la "levedad del ser". Un gran beso. Isabel Llorca
Bosco

8 de mayo de 2015, 14:24  
Blogger Unknown ha dicho...

Hermosísimo y dulce poema, con un final
glorioso que hace sentir la levedad del ser.
Muy bueno Susana
Ignacio

9 de mayo de 2015, 22:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cada palabra da vida y enriquece a este dulce y etéreo poema!
Hermosooo!
Alicia Corrado Mélin

10 de mayo de 2015, 10:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

puedo imaginar esa tela evanescente!
belleza, nostalgia!

abrazo

claudia tejeda

10 de mayo de 2015, 20:18  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Un momento que quedó allí, en tu recuerdo.
Bello instante.
Un abrazo

16 de mayo de 2015, 14:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Susana, has logrado capturar ese "instante" bachelardiano, cuando el despojamiento permite entrar en una genuina levedad, es la magia del poema recién nacido. Felicitaciones.

Elisa Dejistani

17 de mayo de 2015, 16:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso, Susana! Qué metáfora tan lograda este “viento del despojo” que se lleva los fragmentos de quien fuimos y, al mismo tiempo, qué interesante saber que, una vez elevada en el aire esa tela liviana desde tu talle, hay algo de ella que no pasa, que no termina y de hecho hoy vuelve en tus bellas palabras para seguir diciendo algo distinto, vez a vez. Un cariño!
Amalia Zacoutegui

18 de mayo de 2015, 9:23  
Blogger maximo ballester ha dicho...

Muy bueno, Susana. Saludos.

31 de mayo de 2015, 17:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias a todos!los amo!

21 de enero de 2021, 19:41  

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