Subí las escaleras a tu casa
mientras el invierno descendía sobre mi ciudad
(la verdadera y la inventada).
Una mujer que podía llorar el deseo,
censurar el amor,
coserse las palabras a la boca para besar
sin estridencias.
Dije adiós antes del adiós
como niña prodigio ante el tazón de leche
demasiado caliente.
Me puse el abrigo viejo sobre mi cuerpo irradiado
y dibujé en la pared, cuando bajaba,
el abedul de mis abuelos,
doblándose en el viento oscuro como las letras
de tu nombre.
© Paulina Vinderman
Esa herencia en las palabras. Es así! Gracias, poeta!
ResponderEliminar- Dije el adiós antes del adiós -
ResponderEliminarqué mensaje!!
Un abrazo
Un placer leerte Paulina!
ResponderEliminarUn poema colmado de lugares para detenerse y disfrutar cada giro,cada palabra buscada con esmero para mostrar una intimidad que camina con el personaje a lo largo de todo el poema.
ResponderEliminarHay una fruición delicada con que saboreas y dejas saborear cada palabra al que lo lee.
Tiene momentos duros y otros adorablemente reveladores y tiernos.
Susana Giraudo
Sensibilidad pura. Romanticismo y melancolía. Bravo.
ResponderEliminarQuerida Paulina: tu poesía siempre me conmueve. Sus imágenes y evocaciones nos revelan un mundo único e irrepetible. Sinceramente, te felicito. Cariños de Horacio Laitano.
ResponderEliminar¡Qué bella y enigmática poesía! Me deja llena de preguntas. Disfruto mucho cuando lo bello nos permite reflexionar. Me pregunto por este “adiós antes del adiós” (¡cuántos sentidos posibles!) y lo que se clausura del amor en cada uno. Muy interesante cómo un elemento de la infancia es metaforizado por las letras del nombre actual y cómo éstas se doblan en algún “viento oscuro” como aquellos abedules. Hay de lo que “se dobla” y de “lo oscuro” en ambos elementos. ¡Me encantó! Un abrazo
ResponderEliminarAmalia Zacoutegui
Bello poema , conmovedor , excelente y original el juego del verbo SUBIR Y BAJAR HERMOSO Y NOSTÁLGICO
ResponderEliminarLeerte nunca de sorprenderme.
ResponderEliminarQué grande sos!!
Besossss
Un hermoso poema,inspirado e inspirador,lleno de sugestión.
ResponderEliminarLas ciudades inventadas me recordaron "Las ciudades invisibles" de Ítalo Calvino.
Muy lindo, Paulina! Mi beso para vos!
ResponderEliminar¡Bellísimo poema!
ResponderEliminarmaravilloso. y sutil. bellísimo (Ana Guillot)
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