Este rostro ya estaba
debajo de la tela, estaba y carcomía
con su podredumbre el retrato del joven
con gorguera. Bajo las arrugas y los ojos
desteñidos están los ojos arrogantes
de otro tiempo, pero ni el otro ni éste
son grandes, a todos los ha herido
esta luz: ya nada es menos,
hasta lo más miserable
tiene su destello.
© María Teresa Andruetto
EXCELENTE!
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarMaria Cristina fErvier
A>sí es ..ata lo mas miserable tiene....
ResponderEliminarMuy buen poema Gracias. Abrazos
A>sí es ..ata lo mas miserable tiene....
ResponderEliminarMuy buen poema Gracias. Abrazos
Nada es menos.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Un cariño
bello e impactante!!! gracias compartirlo, francisco
ResponderEliminartremendo. Muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela N. Barbero
Ah buenísimo.
ResponderEliminarEl misterio del tiempo y de las formas concita nuestra atención y nos conmueve. Felicitaciones, estimada poeta. Horacio Laitano.
ResponderEliminarEl misterio del tiempo y de las formas concita nuestra atención y nos conmueve. Felicitaciones, estimada poeta. Horacio Laitano.
ResponderEliminarBELLO Y CONTUNDENTE!
ResponderEliminarGRACIAS
CLAUDIA TEJEDA
BELLO Y CONTUNDENTE!
ResponderEliminarGRACIAS
CLAUDIA TEJEDA
el rostro del poema...ese rastro del alma!!!
ResponderEliminargracias!!
maria del mar