LOS OJOS
La Nena le hundió
los ojos
clavándole los pulgares con un solo movimiento preciso,
los ojos dieron vuelta sobre sí mismos en un giro completo.
La Nena sintió cosquillas
en la yema de los pulgares
cuando las pestañas volvieron a quedar en su lugar;
oprimió más y los ojos se perdieron
en la cabeza sin cerebro de Pierángeli.
La Nena la miró sin reconocerla
a causa de las
lágrimas y del frío de la muerte.
Guardados los ojos dentro de la nada.
El vacío de los ojos.
Los ojos de la muñeca Pierángeli eran la nada.
Cantaba el aire en las cuencas inocentes y bellas y
encantadas.
¿No es la muñeca
más que los ojos?
¿ o es un cuchillo
a mitad de la infancia?
© Irma Elena Marc
Irma: Contundente poema!
ResponderEliminarVolví a mi infancia. Quién sabe donde andará hoy mi muñeca Pier ángeli. La recuperé en una imagen del google.
Abrazo poético.
Tere Vaccaro
Un viaje a la infancia. Esos ojos hundidos por pulgares curiosos. Excelente!
ResponderEliminarMaria Cristina Fervier
este poemazo, abrazo, amiga
ResponderEliminarPoema rebosante de madurez literaria, plagado de conceptos estilísticos que terminan redondear tan delicado tema.
ResponderEliminarlas muñecas!! esas compañeras de la infancia!!
ResponderEliminarUn cariño
guauuu!!! impresionante poema!!! me encantó!!! gracias por compartirlo, francisco
ResponderEliminarQué fuerte remate. Abrazo grande, josé antonio cedrón
ResponderEliminarQué fuerte remate. Abrazo grande,
ResponderEliminarjosé antonio cedrón