10/5/15

Poema de Amalia Zacoutegui



PERDIDO

Sólo resta una hebra.
El páramo que aferras a tus ojos hace trizas los faros, las guaridas.
Toda la noche anida en tu mirada ciega.
En el hueco de mi alma lo irremediable se busca en el espejo y luego, sangra.
Día tras día tejí el abrazo más tibio
para que tu frío al fin hallara su deshielo,
pero era una rosa desmesurada y muerta
el deshojamiento minucioso de tu boca.
Toda la urdimbre se ha vuelto un aguacero de besos imposibles, mutilados.
No mirabas mi fuego: cerillas crujiendo en tu borrasca,
luciérnagas llamándote en su lumbre
para que rasgaras las sombras y abrazaras la vida.
Sólo resta una hebra, un puñal y que nazca el abismo:
la hendidura de tu nombre, ese apagado nido.
Resta un llorarnos más, con todas las plegarias callando, no nacidas.
Un dejarte huir hacia tu infancia,
esa inhóspita muerte que adorabas.



© Amalia Zacoutegui

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

la hendidura de tu nombre!!!1
excelente poema!!abrazo!

maria del mar

11 de mayo de 2015, 12:11  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Amalia:

Qué belleza de poema, aunque triste al fin. Me remontó a un amor que se murió antes de nacer. Me corrió un escalofrío por todo el cuerpo. Te lo agradezco, descubrí que en esa historia, viví intensamente un sentimiento que no nació, se quedó en la infancia.
Mi admiración por tu decir!! un abrazo

16 de mayo de 2015, 17:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias mi querida María del Mar, hermosa poeta! Abrazo grande!!!

Muchas gracias, Nerina!. Qué bueno que la poesía te tocó así. A veces la poesía nos toca en puntos de dolor que aún necesitan palabras para cicatrizar un poquito más, un poquito más. Un abrazo!!!
Amalia Zacoutegui

18 de mayo de 2015, 8:53  

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