LA EDAD BIOLÓGICA
Cuando me siento momentáneo,
contingente, banal,
otra pieza menor de la cadena,
derrotado desde el origen,
alzo la vista y la razón al cielo,
a su noche inconmensurable;
y al escrutar la bóveda de estrellas
-y al pensar en aquellas
que no habré de ver-
tomo energía y una dosis de orgullo:
presumo que no son, siendo tan magnas,
menos contingentes que yo;
presumo que en mi cuerpo provisorio,
cada ínfima célula,
el espeso torrente de la sangre,
e incluso mi dolor y mi alegría
me hacen ser,
a través de eslabones ininterrumpidos
(el asombro desbordante
que hoy llamamos cosmos),
polvo de su polvo,
tan añejo como ellas.
© Mariano Shifman
" cuerpo provisorio" sí, mariano, ésto somos. qué buena comparación en este poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarSomos un pequeño fragmento, una brizna tan solo, pero aún provisorios y mínimos, encerramos el cosmos íntegro dentro de cada uno. Gracias, poeta!
ResponderEliminarGran discernimiento. Muy buen poema!!
ResponderEliminarun abrazo
Buenísimo tu poema "tan filosófico" Bravo!
ResponderEliminarExcelente poema, en el que la filosofia madre de la poesía van de la mano,
ResponderEliminarSilvia Loustau
Me gusta mucho el texto. Hay imágenes muy bellas (p.ej. "polvo de su polvo", refiriéndose al origen idéntico de los astros y los seres vivos). Subyace toda una filosofía. Un abrazo. Adriana Maggio
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