“Si olvidara a la que ayer lo destrozó”
Enrique Santos Discépolo
El hombre palpa
cauta
dolorosamente
las estrías que le dejó el amor
el paso intempestivo
impío del
amor
los
jardines segados
anegados
los nudillos pletóricos
de cosas esfumadas
esa tarde
y empieza a comprender
que él ahora es esos intersticios
esas trazas
que le dejó la gubia del amor
esa tarde
en que Dios decidió liberarlo de su sombra.
© Claudio Simiz
Maravillosa reunión de soledades, después que se fue el amor. Linda intertextualidad con Discépolo.Un abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminar" el paso intempestivo/ impío del amor" ¡ cuánta humanidad, dolorosa humanidad en cada palabra! te releo. susana zazzetti.
ResponderEliminarUn poema enorme, una riqueza que estremece. Felicidades.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Balsámico
ResponderEliminar"... Dios decidió liberarlo de su sombra..."
ResponderEliminarQue nunca, pero nunca el viejo Dios decida liberarte de los poemas, Claudio... Perderíamos la necesaria belleza. Abrazo fuerte.
Hermoso texto, poético y apasionado. Me gustó mucho. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarQué poderosa la "gubia del amor"
ResponderEliminarGracias por compartir.
Tere Vaccaro.
Siempre es un placer enorme leerte! Abrazo!
ResponderEliminarEstremecedor.
ResponderEliminarBesos
"esas trazas / que le dejó la gubia del amor". Buenísimo
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela Barbero.
Siempre es un placer leerte.Dios te liberó de su sombra, por suerte te dejó los poemas.Abrazos!
ResponderEliminarRosa Lía
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarExcelente poema, Claudio!! Un abrazo
plenitud de imágenes,muy bueno
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz