Estaba escrito
Escribió el balanceo de las nubes,
el coro grave escribió,
la acrobacia de las hojas,
escribió el viento mismo,
el que el alma tocaba,
escribió las preguntas sin respuesta,
las manos escribió,
los espejos, las súplicas,
las llegadas,
las partidas, los sueños escribió,
las espinas y el color de la aurora
cuando llegan los pájaros.
Escribió para ser,
sentía cada son y lo cantaba.
Y escribió el remolino
donde se embarcaría.
Entonces, finalmente
se abandonó.
Y se dejó escribir.
© Irene Marks
Querida Irene, no lee y relee este poem a y en cada lectura aumenta la sed de leerlo otra vez, y así los versos se mueven como en un caleidoscopio con nuevos sorprendentes matices.
ResponderEliminarFascinación, deleite y asombro provoca
esta maravillosa interpretación de la vida y esencia del poeta, que al escribir santifica lo que toca con su mirada y su palabra.
Abrazo
Ignacio
IRENE, que gusto leer tu poema,
ResponderEliminarsaludos
Anahí Duzevich Bezoz
IRENE, es un poema muy bueno. La forma en que contás lo que escribe tiene un ritmo de vida. Ahora, es
ResponderEliminarmuy fácil identificar este tema con la pareja escritor/trabajo crítico.
Vos tenés la veta crítica muy marcada y a mí me fascina.Con todo, no estamos ante EL PERSEGUIDOR de Cortáz.El poema es muy bueno. Gran beso, admirada amiga Isabel Llorca Bosco.
La vida escribió, distintas partes unidas y el final reconstruye todo, no sé si es la interpretación adecuada pero me gustó, me alcanzó con su originalidad, buen poema porque transmite y se piensa.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Betty
ah, la vida escrita en su intencianilidad. ¡ bello! susana zazzetti.
ResponderEliminarIrene un gusto volver a leerte.
ResponderEliminarCon asombro descubrir esas imágenes de la vida, de un espacio, de un tiempo.
Hermoso transcurrir, gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Vic
Ese final me mata. Muy buen poema
ResponderEliminarHermoso, un poema perfecto.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Querida Irene, un poema maravilloso que habla del ser del hombre y la palabra , Cuando "se abandonó" finalmente "se dejó"escribir.
ResponderEliminarEl misterio de la verdadera creacion!
Un abrazo grande
Amalia M. Abaria
Irene ,gracias por deleitarnos con tan bello poema, palabras que llegan hondo describiendo sentimientos y momentos vividos
ResponderEliminarmaria elena tolosa
maravilloso!!! quedé sin palabras, sólo con la sensación de su melodía!!! gracias, francisco
ResponderEliminarHermoso texto, Irene. ¡Qué placer volver a encontrarte en este espacio! Me gustó mucho el juego de imágenes, que van desde el dinamismo de escribir el mundo, al hallazgo existencial de ser escrito por él. Me encantó. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarBellísimo poema!!
ResponderEliminarAdemás me encantó el ritmo.
Besos.
Tere Vaccaro.
IRENE QUE HERMOSO POEMA! PERFECTA DESCRIPCIÓN ENTRE EL ESCRITOR Y SU MUNDO
ResponderEliminarhe danzado con tus versos.
ResponderEliminarme encantó hacerlo.
Cuánto dices, sientes y le das vida a este poema para deleitarnos.
Un placer.
Mi cariño!!
Cuantas y bellas imágenes entrega el poema, cuando la fluidez, permite recorrer momentos y formas.
ResponderEliminarQUERIDA IRENE ,ES MUY HERMOSO TU POEMA ,Y UNO SE ABANDONA EN ÉL Y SE SOMETE AL REMOLINO VITAL QUE PROPONE TE MANDO UN ABRAZO ENORME
ResponderEliminarMARIZEL ESTONLLO
Bello poema Irene, tu pluma cada día trata de dar lo mejor de vos y por cierto lo consigue. Besos Alicia.
ResponderEliminarMuy bueno Irene, bellísimo y profundo. Aplausos mil. Un abrazo. Antonio Pourrere.
ResponderEliminarMuy bueno, Irene,se presta para una canción.
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Irene: y quedó escrito un gran poema! Te felicito! Un abrazo
Bellisimo poema, siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarCariños.
Alicia Corrado Mélin
Querida amiga: al releer tu poema encuentro el movimiento propio de la vida y la asombrosa manera en que la escritura se va revelando. Te felicito. Cariños de Horacio Laitano
ResponderEliminares un poema que indaga sobre el escribir escribiendo, algo muy especial,media entre el arte poética y la imposibilidad de decir- diciendo, una suerte de encanto y desencanto de la palabra poética.
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