EL QUE CALUMNIA
Avanza con el tridente
esparciendo el aliento de la flor envenenada,
desplegando sus palabras de espinas
clavando los surcos
por donde el ultraje quema.
Mientras, muerde cada
cavilación,
cada intersticio de la
lengua
y sus escamas resplandecen con cada victoria.
Entonces, el viejo animal trepa a su muralla
y mira alrededor
y no hay nadie, nadie.
Está solo con su magma.
Ni siquiera puede llorar.
© Amalia Mercedes Abaria
Que precisa y poética descripción de la maldad oculta en la calumnia usada como escudo de esa repugnante condición humana, además rematada con la maestría de ese final " no hay nadie, nadie...
ResponderEliminary ni siquiera puede llorar
Un poema para guardar y recordar
Ignacio
Querida Amalia:la dolorosa exactitud de las palabras y el lento proceso con el que se destruye a una persona se aprecian claramente en este poema donde el final es una coronación del camino doloroso. Pienso lo mismo que el querido Ignacio con referencia a esto, los versos finales son contundentes. No solamente se expresa la soledad del que es calumniado sino la de quien calumnia,ya que todo ese magma se le vuelve en contra. ¡Logradísimo! Con cariño Irene Marks
ResponderEliminarGracias Gustavo, amigos, por la publicación y comentarios. Este poema lo escribí hace varios años, motivada por una experiencia personal. Gracias y abrazos!
ResponderEliminarAmalia M. Abaria
Cara Amalia
ResponderEliminartu poema me remite a una cita del gran José Martí: "Quién sabe de dolor todo lo sabe" expresas con justeza el sentimiento de dolor e impotencia frente a la infamia del maldicente y la importancia de la transmutación a través del poetizar. Muy bueno. Te felicito. Cariños.
Elisa Dejistani
Todo lo que se vive, se experimenta, fluye de manera natural.
ResponderEliminarcariños
así es la insidia, es la personificación del demonio, muuy bien
ResponderEliminarfelicitaciones