AMBICIÓN
El campo enemigo, quieto y luminosamente blanco.
Ellas en plan de ataque,
calzan en su cabezas negros cascos relucientes.
Las otras, la avanzada, ya dieron su informe táctico:
El camino está despejado y libre de enemigo.
El atroz y sanguinario “Coraza celeste”
no está a la vista.
Todas saben que si aparece
muchas de ellas perderán la vida.
Se sienten desprotegidas,
pero insisten en atacar,
de esa lucha desigual depende
el sobrevivir a un invierno que se aproxima.
Un vuelo rasante previo,
loopings, barrenos y caída en picada.
¡Bravo!, los trenes
de aterrizaje
responden a la perfección.
Ahora, hay que esperar,
la reunión de todo el grupo es importante.
Sus alforjas están listas para el saqueo.
Una, dos, diez, todas
trabajando arduamente .
Cargan todo lo que pueden.
La que comanda la misión,
da la voz de alzar el vuelo.
Despegan a destiempo pero felices,
llevan un botín preciosísimo
arrebatado al enemigo.
Sin embargo ha quedado en tierra
la más ambiciosa de todas las guerreras,
le pesan como plomo sus alforjas
se echa a gemir y llorar.
Es tarde, detrás del horizonte
aparece el mítico “Coraza celeste”,
que apunta y ejecuta un golpe seco,
y ahí sobre el campo de batalla,
quieto y luminosamente blanco,
queda tendida la única mosca
que por ambición no pudo seguir el vuelo de su pelotón.
P.D.: Ah… por si no lo adivinaron a “Coraza celeste”, el
vulgo lo llama Palmeta.
© ALICIA CORA FERNÁNDEZ
MUY BUENO ALICORA!!!
ResponderEliminarBesos.
Tere Vaccaro
Muy interesante tu poema, muy inspirado Alicia. Un abrazo amiga. Antonio Pourrere.
ResponderEliminarTe confieso que me desorientaste, tu poema es un hallazgo de creatividad y poesía. Gracias por compartirlo y por dejarme felicitarte amiga. Beso y abrazo de Eduardo Calabrese.
ResponderEliminarAlicia, me gustó enormemente este poema. Jugás con el absurdo y el final es sumamente ingenioso. Mis felicitaciones y abrazo Eduardo Balestrini.
ResponderEliminarHola Alicia:¡ qué maravilloso poema, que convierte la muerte de una mosca en un momento trágico! Original y doloroso, porque muestra la relativización que realizamos con los otros seres vivos, què poco los consideramos. El final es un verdadero sacudòn. La imagen de Gus interpreta el texto a la perfecciò. Me emocionò mucho.¡ Gracias!Irene Mark
ResponderEliminarGracias por los comentarios a Irene Mark, Tere Vacaro, Eduardo Balestrini, Antonio Pourrere y Eduardo Calabrese.
ResponderEliminarImágenes de gran contundencia. Conmovedor poema. Te felicito.
ResponderEliminarabrazos
Elisa Dejistani
A pesar de la distancia, cada vez que leo un poema tuyo es como si me acercase a mi patria, cosa que por ahora no puedo concretar. Muy hermoso, besos amiga Serena Funes.
ResponderEliminarEste poema es apenas la muestra de lo que puede hacer tu mente. Podés navegar por todos los ríos y podés caminar por todos los caminos. Me encantó, te mando muchos besos Haydeé M. Catalani.
ResponderEliminarEl comentario anterior fue publicado por mí, mi amiga no podía hacerlo, gracias Gus. Abrazo Alicia.
ResponderEliminarExcelente poema!!
ResponderEliminarUn abrazoooooooooooooooooo