29/3/15

Poema de Miguel Oyarzábal



Mi garúa

Garúa.
Se me encoge la mirada;
no es por vos,
ni por ninguna otra.
Es una dolencia antigua,
una enfermedad vieja.
Cómo explicarte:
Es el desamparo frente al reloj pulsera,
a un picaporte,
a la ventana.
En fin,
no me hagas caso.


© Miguel Oyarzábal

14 comentarios:

Anonymous betty badaui ha dicho...

Las añoranzas en un buen poema, linda dupla, me gustó.
Un abrazo
Betty

29 de marzo de 2015, 20:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Qué poema tan profundamente doloroso!
Me gustó mucho. En realidad siempre me gusta leerte.

Un abrazo.

Alicia Márquez

29 de marzo de 2015, 20:30  
Blogger ©Claudia Isabel ha dicho...

muy bien trazada la melancolía. Hermoso poema, gracias!

30 de marzo de 2015, 10:16  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un bello poema con mucha profundidad, gracias

maria elena tolosa

30 de marzo de 2015, 19:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Esta garúa piensa en voz alta. Me encantó el final.

Tere Vaccaro.

31 de marzo de 2015, 14:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido amigo:
bellìsimo y doloroso tu poema y ese desamparo frente al tiempo que tarde o temprano nos alcanza. Una pintura maravillosamente lograda.
Un abrazote y nos vemos pronto

Gabriela Delgado

31 de marzo de 2015, 18:43  
Blogger Raquel Graciela Fernández ha dicho...

Maravilloso!

31 de marzo de 2015, 19:37  
Blogger claudia tejeda ha dicho...

Miguel, tu poesía llega/llena el alma.

todo un don

abrazo

claudia

1 de abril de 2015, 12:16  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Belleza!!
Abrazo

1 de abril de 2015, 17:46  
Blogger sacanueces ha dicho...

duro, duro y bello! francisco

3 de abril de 2015, 18:31  
Blogger WALTER MONDRAGÓN ha dicho...


EN EL LENGUAJE COTIDIANO ENCUENTRA EL POETA SUS SÍMBOLOS,
BUENO, MUYN BUENO
w.m.

3 de abril de 2015, 19:36  
Blogger Adriana ha dicho...

Qué buen texto, nostálgico, coloquial, como parte de una conversación en el café, viendo la llovizna a través de los cristales. Me gustó mucho. Un abrazo. Adriana Maggio

4 de abril de 2015, 11:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Miguel: un clima porteño muy logrado, que ya nos colma de melancolía con la palabra "garúa" y nos remite a momentos con los que nos identificamos, esos momentos donde "el picaporte" como símbolo del afuera, la realidad, se torna insoportable, un agujero negro. Un gran poema con un clima exacto Irene Marks

4 de abril de 2015, 14:41  
Blogger alicia ha dicho...

Muy bueno. Me encantó

4 de abril de 2015, 19:54  

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