Poema de Graciela Barbero
CUMPLEAÑOS
Clima de festejo,
gambetea el sol entre nubarrones
mece el viento las flores blancas.
La madre hace y deshace los caminos de la casa
el pequeño en un sillón no quiere juegos,
otro es su deseo
quién podría devolverle la risa, la calma.
Los colores se opacan bajo un cielo gris de nostalgia
Una ronda de amigos cantan alrededor del niño
que los mira y calla.
Retumba en el zaguán el bronce de la aldaba
con ella comienza la fiesta, en el circo,
como lo expresara en una carta,
ni tíos ni primos, conversaciones de adultos
caricatura de
carnaval sin comparsa
Corre por el pasillo suelta una risa
la diversión lejos de
la casa.
Llueve y la carpa llora la tristeza de la tarde
Los carromatos hartos de celos y ademanes
malabares y
bailarines de trapecios resguardan.
Las cuerdas mojadas desafían la pirueta,
un hombre con capa y guantes deja pisadas en la arena
La carpa herida de viajes y décadas filtra el agua fría del
invierno.
El trabajo no puede esperar, sube la escalerilla adosada al
palo mayor,
los guantes gastados resbalan, no hay destino que aferre su
voluntad
el trapecio se balancea, espigado caballero hamaca la
esperanza.
El payaso sigiloso desliza las redes, intenta detener la
caída implacable
El trapecio se balancea, una muchacha canturrea
su voz dulce quiere
disfrazar la tragedia, la boca, mueca desdibujada
El trapecista se balancea. Salta.
Las redes patinan entre las manos perversas del agua
Silencio y llanto en el payaso y la muchacha
Llueve y la tarde gime la tristeza de la carpa.
El niño se levanta, camina solo, deja su alegría en la pista
sobre la cara una lágrima
Torna al hogar, la luz amarillenta refleja la extrañeza del
parque
Azules ahora las flores que antes, blancas
un trapecio del techo con plumas se hamaca
y una mano luminosa
al pequeño alza.
La noche asomada a la ventana escucha una canción de ronda
un niño que cumple años vuela entre gotas y migajas
La lluvia llora el silencio de la casa.
© Graciela Noemí Barbero
2 comentarios:
TE DEJO UN ABRAZO LITERRIO MARIA LUISA MARQUEZ
Por qué será, que siempre, los adultos quieran tapar con apariencias las miserias en la que se sumerge a los niños? Muy bueno Graciela, un abrazo enorme. Gastón Sequeira.
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