Poema de Víctor "Pajarito" Cuello

Horacio 

              para Lulú 

Con la sonrisa asomada a su barba;

un moñito; tres caricias y un sombrero

- montando en una bicicleta blanca-

se fue al cielo... 

Según me contaron

(los que dicen que lo vieron)

iba silbando

un poema nuevo...

Y atrás de su espalda,

casi tocando el asiento,

un ramito de colibríes

abría los ojos del viento. 

Todos coinciden en afirmar que,

desde hace un tiempo,

decía: "Me iré de Buenos Aires,

un día de estos..."

Y cuando alguien preguntaba: "¿Hasta cuándo?"

Él respondía:

                    "Hasta que nazcan árboles

en las alas de los jilgueros...

Hasta que no existan chiquilines

pidiendo..." 

- "¿A qué hora exacta se fue?"

(pregunté a los que vieron)

- "La verdad que no lo sabemos..."

(respondieron)

"Pero cuando se fue

                              (acotaron)

los pájaros bostezaron de sueño

y no hubo casa en donde

no se rompiera un florero..." 

Les di las gracias a los vecinos

y me fui a caminar... 

Lento,

el día, fue cambiando

hasta ponerse viejo... 

Cuando estaba por subir al tren,

vi

    (para mi sorpresa)

que el antiguo lucero,

brillaba tan fuerte

como si fuese nuevo... 

Y

   (para mi alegría)

noté que,

en medio

del espacio y las luciérnagas,

la luna era un clavel

en tu saco negro... 

© Víctor "Pajarito" Cuello