PRETTY IN PINK
Todavía no tengo amantes.
Tengo, sí,
un sombrero donde guardo los nombres
de todos los hombres que me quitan el sueño.
Algunos son altos y rubios.
Otros tienen la grosera costumbre
de darme siempre la espalda.
Todavía no tengo amantes pero tengo un vestido rosa
y estoy desnuda debajo del vestido.
Y debajo de mi desnudez están los hombres
que me mojan el sueño.
Podría tener amantes si quisiera.
Todavía no tengo amantes.
Tengo, sí,
un mechón de pelo rubio
para parecerme a Madonna
y un cuerpo dulce como la lengua de las mariposas.
El alfabeto del agua me nombra.
Niña traspasada por el aguijón del alba.
Heredera del sueño de los peces.
Todavía no sé
si quiero escribir poemas o quiero ser feliz.
A veces siento que mi vestido rosa
es una mordaza.
Todavía no tengo amantes.
Es 1986 y yo todavía no tengo amantes.
Tengo un sombrero,
tengo un mechón de pelo rubio,
tengo un vestido rosa.
A veces soy Molly Ringwald.
A veces soy Kim Basinger.
A veces soy mi madre antes de que la vida
le cruzara el rostro con una cicatriz de buenas costumbres.
A veces estoy vestida. A veces, desnuda.
Podría tener amantes si quisiera.
© Raquel Fernández
Muchas gracias, Gustavo!
ResponderEliminarHermoso poema Raquel, como todo lo que escribís!! Abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
Qué grato leerte, Raquel, este poema con su colorida sensualidad y esa mezcla de ingenuidad y picardía lo leí de un tirón, pero volví para hacerlo lentamente como cuando queremos que dure más.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
ResponderEliminarCuanta ironia, cunatasimpatia, cunato sarcasm y un asi, tanta poesia.
Marta
Raquel, conocía este poema y me pasa cada vez que lo leo el hallar tantas semejanzas, tantos velos y desnudeces en los espejos.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet