Se obstina la tierra
en almacenar esqueletos:
porque son los huesos
sinuosa arquitectura;
dulce calcio,
ternura blanca, noble humanidad
esparcida por el mundo.
Son como cuerdas
rotas de un arpa,
como canciones sin labios,
como espacios que habitaron
luces, historias,
miedos y trasiegos,
desafíos y estadísticas.
Ruinas al fin:
tristísimas y blancas
cubriéndonos los campos
de despojo y soledad.
© Jorge Moreno De Los
Santos
Me encantó el tema y la forma de decirlo;inmensa la tierra, grande el poema, te felicito.
ResponderEliminarBetty