Halagar la ausencia.
Dar fin a lo iniciado.
Las perlas invierten siglos de tiempo en embellecer su
encierro.
Deterioro de la mañana que no respira en el golpe breve y
delicado de la cuerda en el violín.
Vamos hacia adelante con las aguas vendadas en el iris.
La ausencia se elogia en las calles. La ausencia se compra
con monedas de sangre.
El niño que juega a enamorarse se enamora.
La niña que juega a enamorarse se enamora.
Ambos no se enamoraran.
Los niños han descubierto la inocencia.
© Víctor Hugo Valledor
HUGO , LO MÀS BELLO EN LA VIDA!.. GENERALMENTE ES EN ESE TIEMPO QUE NO TIENE RETORNO. ME GUSTÒ TU ENFOQUE . SERÌA ACERTAR EL PORVENIR... LIDIAC.
ResponderEliminarMuy buena metáfora.
ResponderEliminarExcelente.
Abrazo