Poema de Marizel Estonllo
Quiere oír el ruido del mar
La vida de todos los días, repta en el ruido del mar
La incesante vacilación de la luz del amanecer al crepúsculo
Escucha el ruido feroz de una ciudad, atestada
hacinada.
el ruido feroz de una tecnología sin límites.
el ruido del dolor en el rostro del hambre.
el estrépito del dolor en los hospitales.
La angustia quieta de los solos de nadie
tirados como trapos sucios
ante la sordera universal del tráfico humano.
Quiere oír nacer la nieve creciente.
Acumularse y contenerse cerca de los pinos
Abundarse de calor con tu sonrisa.
Quiere oír la frescura que impregna el aire en los barrios
bajos
O equilibra los pies en los adoquines de calles maquilladas
de lavandas
Mientras llora la lluvia rota
en el techo de una precaria caja como cama de cartón.
Quiere creer que se puede detener
Que también hay nudos fuertes entre los humanos
La potencia late en la acción noble
Quiere creer
Mientras escribe una página blanca
En la intermitente soledad de la luciérnaga
© Marizel Estonllo
4 comentarios:
robo los tres últimos versos que mantienen todo el poema de pie!! susana zazzetti.
bellas imágenes, "quiere oir", "quiere oir",...."lluvia rota"!
gracias
norma starke
Muy bueno!
Quiere creer.
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