Poema de Carlos Alberto Roldán
Tal vez algún pájaro dejó entrar su canto en la burbuja del
sueño
O algo lo llamara desde el espectáculo del sol reptando
desde la noche al día
Vio la sagrada ceremonia que no cesan de admirar los dioses
El mar el todo mar que llama a prudencia
La playa del islote exigua que se hacía roquedal y trepaba
El naufragio en la noche última: nadar sin rendirse al
cansancio
En pos de la ilusión de unos lejanos fuegos
¿ Hasta dónde se extiende la soledad
Sobre esta esfera boba ?
¿Es grieta de todo lo habido? ¿Su sentido?
Hay una suerte de hambre que no sacian los frutos
Y una sed
De la que habla el ciego en la noche junto a los fuegos
públicos
Con la que no puede el empecinado hidromiel de las cantinas
¿Vuelve Ulises?
¿Está en su poder volver a parte alguna?
¿No fue la espada quien talló la ley de las partidas?
¿Apenas ceniza de las estrellas últimas
Alta y delicada envuelta
En el despliegue de luz que dispuso Aurora
Como si viniera de una canción perpleja
Que cruza la historia y nos sorprende
Impresa en la memoria
Nausícaa
Nausícaa
Oh esplendor del día:
Aún una fibra viva
En el momento en que todo cese
No olvides estas cosas
© Carlos Alberto Roldán
1 comentarios:
Algo para no olvidar en el momento final.
Muy bueno Carlos!
Aplausos, bises y un gran abrazo
María rosa Leon
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