Páginas

10/11/14

Poema de María Elena Tolosa


Sentadas en la vereda
las ancianas miran el vacío
en la ventosa tarde de octubre,
una mujer las vigila, no irán
                   a ninguna parte,
solo observan, aguardan que
transcurran las horas
para ir a dormir, quizás a soñar
        con días pasados,
la piel seca , los ojos hundidos
y unas ojeras delatando la soledad
que corroe el interior,
no hay nadie, solo queda la calle
llena de ruidos
que de tanto rugir se convierten en silencio


© María Elena Tolosa

8 comentarios:

  1. Este bello poema nos invita a su sosiego y su reposo. Nos sienta en el milagro de los días y nos hace cómplice de sus versos. Felicidades.

    jorge pablo moreno.

    ResponderEliminar
  2. ay, maría elena, cuánta profundidad sincera para definir una época de cada vida donde el silencio, el los casos. sabés cuánto me puede este poema! mañana en la reunión te doy doble abrazo. muy bella la ilustración.susana zazzetti.

    ResponderEliminar
  3. me fui por tus imágenes a la edad de ese silencio.
    Hermoso María Elena.
    abrazos

    claudia

    ResponderEliminar

  4. Ese final es muy bueno, esos dos últimos versos me desbarrancaron.

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  5. Bello, poema, María Elena! Hermoso, como vos!! Fabiana

    ResponderEliminar
  6. Es conmovedor, muestra la dureza de una parte de la sociedad y contrasta con la inefable ternura de los personajes, tan reales, tan claros. Sólo puedo agregar que admiro a la persona que sabe decirlo de esa manera.
    Un abrazo
    Betty

    ResponderEliminar
  7. La transmutación de la vida y la voz implacable del silencio unido a la indiferencia, cuando llega el final del ciclo. Muy bello María Elena. Un abrazo.


    Elisa Dejistani

    ResponderEliminar
  8. Una maravillosa muestra de arte, poder
    pintar la soledad, la nostalgia y el silencio con un acabado sentido de equilibrio
    Muy buen poema Maria Elena
    Ignacio

    ResponderEliminar